Antonio es un asesino. Él es guapo y bien educado; un ladrón prodigioso y tan violento como cualquier chico malo proveniente del barco de Napoli.
Theresa lo sabe, pero eso no la detiene de involucrarse emocional y físicamente con él, y así es como, tal vez se le metió en la cabeza que puede protegerle.
Pero salvarle no es su trabajo, y ella no lo pilla. Cada vez que trata de protegerle, practicamente consigue que lo maten, y cuanto más duro él la sujete, más peligrosa se vuelve.
Es casi como... bueno, él nunca lo admitiría... pero es casi como si protegerla de la la manera en que lo hace es justo lo que debería dejar de hacer. Es como si la unica manera de encontrar un momento de paz es aceptarla como compañera, en vez de como a una criatura indefensa.
Pero él nunca haría eso. No este violento chico malo.
ADVERTENCIA: Este libro contiene deliciosas escenas de sexo con gran cantidad de hombre ardiente hablando sucio en italiano; mujeres llevando pistolas y explosivos; y escenas de violencia con un mechero de cristal de la Virgen María.
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"Porque a todo el mundo le gusta saber que no está solo, que no es el único..."