En el mundo de Mary hay algunas verdades
incuestionables: La Hermandad sabe más que nadie.
Los Guardianes protegen y sirven. Los Condenados no se rinden nunca. Y hay que tener mucho cuidado con la alambrada que rodea el pueblo la alambrada que protege a sus habitantes de los Condenados, zombies hambrientos que habitan en el bosque.
Los Guardianes protegen y sirven. Los Condenados no se rinden nunca. Y hay que tener mucho cuidado con la alambrada que rodea el pueblo la alambrada que protege a sus habitantes de los Condenados, zombies hambrientos que habitan en el bosque.
Sin embargo, poco a poco estas verdades dejan de convencer a Mary. Aprende cosas que habría preferido no saber nunca sobre la Hermandad y sus secretos, y sobre los Guardianes y su poder. Y, cuando se rompe la alambrada y su mundo se ve sumido en el caos, aprende cómo son los Condenados y hasta dónde llega su avidez insaciable.
Ahora tiene que elegir entre su aldea y su futuro, entre la persona a quien ama y la persona que la ama. Y debe enfrentarse a la verdad sobre el Bosque. ¿Es posible que exista vida más allá de un mundo rodeado de tanta muerte?
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"Porque a todo el mundo le gusta saber que no está solo, que no es el único..."