Es la típica historia de chico rico, chica pobre, mundos diferentes... Cuando sus padres murieron, Danny lo perdió todo, tuvo que dejar la universidad, vender su violin y comenzar a trabajar casi 24 horas al día, y entonces conoce a Ryan, un chico rico, jugador de hockey y de muy buena familia, completamente opuestos. Se sienten atraidos el uno por el otro, pero ninguno espera que eso dure, Ryan sabe que no puede estar con Danny para siempre, su familia no la aceptaría, no encaja en su círculo. Sin embargo en seguida se encuentran en una relación desenfrenada, y... bueno, ya se sabe que cuando los frenos fallan, suele haber un aterrizaje forzoso.
No había leído buenas críticas de este libro, pero la portada y la sinopsis me gustaron tanto que me negué a creer que el libro pudiese resultar tan malo... ese fué mi error.
El libro es malo. Vale, no es para odiarlo, la historia está bien, pero... le falta bastante, más que nada, yo creo que lo peor es la forma en la que está escrita.
El argumento, aun estando un poco visto, es bueno, los detalles de la historia son buenos, pero le falta profundidad. Todas las situaciones están demasiado resumidas, faltan adornos, en este tipo de libros no basta con decir lo que ocurre y ya está, hay que añadirle drama, fervor, acción...
Y luego está el factor del peligro, los obstáculos, lo que hace que sigas leyendo para saber qué pasará al final. Pues bien, se supone que el obstáculo aqui sería la diferencia de mundos, vale, el obstáculo está, pero no se nota en absoluto. Desde el principio los protagonistas no se preocupan en absoluto porque no puedan estar juntos, de hecho apenas lo piensan, todo lo que ocurre resulta fácil, bonito y romántico... aburrido.
Quiero decir, vamos, es demasiado ordinario, demasiado normal, vale que resulta bonito y dices "ooo que monos como se quieren", pero al menos hasta llegar al ochenta porciento del libro es todo cursi y empalagoso (demasiado, ya que utlizan varias frases cliché sin más).
Sin embargo parece, que, o bien la autora tuvo una iluminación y se dió cuenta de lo simple que resultaba, o la editorial le dió un aviso antes de acabar el libro, porque lo corrigió en las últimas treinta páginas, aunque puede que un poco demasiado tarde. Ya que a lo largo de todo el libro no ocurre nada interesante ni notable, todo besos y palabras cursis, hasta que derrepente, cuando queda poco para que se acabe... ¡PUM!, lluvia de acción, comienzan a llover sucesos, de repente pasa algo, pero al ser ya casi al final del libro, todas las cosas un poco interesante estan encadenadas, y comienza a pasar una cosa tras otra, sin pausa. Es como... " (¡GOLPAZO!) y gracias a Dios todo salió bien. La semana siguiente estaba en el trabajo cuando... (¡GOLPAZO!)". Y tu te quedas como ¿en serio?.
Porque lo que pasa en esas páginas es bueno, y si a lo largo de la historia todo eso hubiese ocurrido más desarrollado y pausado, este podría haber sido un libro muy muy bueno. Pero no, no podía ser. Porque te pasas casi todo el libro aburrida, rodando los ojos a cada cursilada que se dicen y aguantando las ganas de meterte en el libro y pegarles y de repente empienzan a pasar cosas, que deberían mejorarlo, pero que al pasar tan seguido y tan rápido, ni se te quedan en la cabeza ni resultan realistas. Demasiada megacatástrofe junta no es creíble.
Al final la conclusión es que esta es solo es la historia de dos personas que se enamoran, y fin. No hay nada más, es soso, y no vale la pena.
Y el hecho de que todo sea tan bonito y perfecto en su relación y en su amor afecta al realismo y a la credibilidad de la historia. Se supone que para añadirle realismo los protagonistas tienen pasados feos y dolorosos, pero es que apenas se representan en ellos mismos, parece que no les afecta. Ellos son perfectos, demasiado perfectos, no tienen ningun fallo, y eso me saca de quicio. Porque Danny es como, "hola soy Danny y soy super fuerte, no dejo que nadie me pisotee, trabajo duro para ser feliz y ayudo a los pobres" y Ryan es simplemente un ángel, es siempre tan bueno, tan correcto... no lo aguanto. ¡Porqué no pueden equivocarse alguna vez!
En fin, no es un libro que recomiende, pero si preferís hacer como yo, y os ha enamorado tanto la sinopsis que queréis comprobarlo por vosotros mismos os animo a hacerlo, porque yo por lo menos no me habría quedado tranquila hasta leerlo.
No había leído buenas críticas de este libro, pero la portada y la sinopsis me gustaron tanto que me negué a creer que el libro pudiese resultar tan malo... ese fué mi error.
El libro es malo. Vale, no es para odiarlo, la historia está bien, pero... le falta bastante, más que nada, yo creo que lo peor es la forma en la que está escrita.
El argumento, aun estando un poco visto, es bueno, los detalles de la historia son buenos, pero le falta profundidad. Todas las situaciones están demasiado resumidas, faltan adornos, en este tipo de libros no basta con decir lo que ocurre y ya está, hay que añadirle drama, fervor, acción...
Y luego está el factor del peligro, los obstáculos, lo que hace que sigas leyendo para saber qué pasará al final. Pues bien, se supone que el obstáculo aqui sería la diferencia de mundos, vale, el obstáculo está, pero no se nota en absoluto. Desde el principio los protagonistas no se preocupan en absoluto porque no puedan estar juntos, de hecho apenas lo piensan, todo lo que ocurre resulta fácil, bonito y romántico... aburrido.
Quiero decir, vamos, es demasiado ordinario, demasiado normal, vale que resulta bonito y dices "ooo que monos como se quieren", pero al menos hasta llegar al ochenta porciento del libro es todo cursi y empalagoso (demasiado, ya que utlizan varias frases cliché sin más).
Sin embargo parece, que, o bien la autora tuvo una iluminación y se dió cuenta de lo simple que resultaba, o la editorial le dió un aviso antes de acabar el libro, porque lo corrigió en las últimas treinta páginas, aunque puede que un poco demasiado tarde. Ya que a lo largo de todo el libro no ocurre nada interesante ni notable, todo besos y palabras cursis, hasta que derrepente, cuando queda poco para que se acabe... ¡PUM!, lluvia de acción, comienzan a llover sucesos, de repente pasa algo, pero al ser ya casi al final del libro, todas las cosas un poco interesante estan encadenadas, y comienza a pasar una cosa tras otra, sin pausa. Es como... " (¡GOLPAZO!) y gracias a Dios todo salió bien. La semana siguiente estaba en el trabajo cuando... (¡GOLPAZO!)". Y tu te quedas como ¿en serio?.
Porque lo que pasa en esas páginas es bueno, y si a lo largo de la historia todo eso hubiese ocurrido más desarrollado y pausado, este podría haber sido un libro muy muy bueno. Pero no, no podía ser. Porque te pasas casi todo el libro aburrida, rodando los ojos a cada cursilada que se dicen y aguantando las ganas de meterte en el libro y pegarles y de repente empienzan a pasar cosas, que deberían mejorarlo, pero que al pasar tan seguido y tan rápido, ni se te quedan en la cabeza ni resultan realistas. Demasiada megacatástrofe junta no es creíble.
Al final la conclusión es que esta es solo es la historia de dos personas que se enamoran, y fin. No hay nada más, es soso, y no vale la pena.
Y el hecho de que todo sea tan bonito y perfecto en su relación y en su amor afecta al realismo y a la credibilidad de la historia. Se supone que para añadirle realismo los protagonistas tienen pasados feos y dolorosos, pero es que apenas se representan en ellos mismos, parece que no les afecta. Ellos son perfectos, demasiado perfectos, no tienen ningun fallo, y eso me saca de quicio. Porque Danny es como, "hola soy Danny y soy super fuerte, no dejo que nadie me pisotee, trabajo duro para ser feliz y ayudo a los pobres" y Ryan es simplemente un ángel, es siempre tan bueno, tan correcto... no lo aguanto. ¡Porqué no pueden equivocarse alguna vez!
En fin, no es un libro que recomiende, pero si preferís hacer como yo, y os ha enamorado tanto la sinopsis que queréis comprobarlo por vosotros mismos os animo a hacerlo, porque yo por lo menos no me habría quedado tranquila hasta leerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Porque a todo el mundo le gusta saber que no está solo, que no es el único..."