Maddie vive en un mundo donde todo se hace en el ordenador. Tanto si es ir a la escuela o a una cita, la gente no se aventura a salir de sus casas. En realidad no hay necesidad. En su mayor parte, Maddie está contenta con su solitaria vida digital, hasta que conoce a Justin. A Justin le gusta estar con otra gente. Disfruta la cercanía física de las interacciones cara a cara. Las personas no esta hechas para estar solas, le dice.De pronto, Maddie siente como algo se despierta en su interior, un presentemiento de que quizás haya una diferente, y mejor manera de vivir. Pero con la sociedad y sus padres diciendo lo contrario, Maddie va a tener que aprender a valerse por sí misma si quiere cambiar el rumbo que su vida está tomando.
En este no tan valiente mundo, dos jóvenes luchan por contruirse su propio lugar.
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"Porque a todo el mundo le gusta saber que no está solo, que no es el único..."