Todo comienza con una pregunta estúpida:
¿Eres un vagabundo errante?
No, pero Bria Sandoval, de dieciocho años, quiere serlo. Por una cuestión de independencia, por su descuidado arte, y relaciones sin ataduras, se apunta para una visita guiada a lo largo de centro América -la equivocada.
Los turistas de mediana edad con riñoneras son difícilmente la clave para descubrirse a sí misma. Cuando Bria conoce a Rowan, mochilero devoto, e instructor de buceo, y a su abiertamente humanitaria hermana, Starling, aprovecha la oportunidad para deshacerse de su grupo y unirse a ellos en un viaje inmejorable.
Bria es una chica buena intentando volverse mala. Rowan es un chico malo intentando volverse bueno. Mientras viajan a lo largo de las montañas mayas, las remotas islas Beliceas, y albergues plagados de bestias salvajes, descubren lo que tienen en común: Ambos tratan de dejar atrás las viejas versiones de sí mismos.
Y el secreto para escapar del pasado, que Rowan ha hayado, es seguir hacia adelante.
Pero Bria acaba dándose cuenta de que no puede huir para siempre, no importa lo que Rowan diga.
Si alguna vez quiere el valor de querer a alguien que valga la pena, tiene que empezar a mirar atrás.
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"Porque a todo el mundo le gusta saber que no está solo, que no es el único..."